“Dios todopoderoso, ¡haz que volvamos a ser lo que fuimos! ¡Míranos con buenos ojos y estaremos a salvo!” (Salmo 80:3, DHH) Mira nuestra vida, buen Dios. Mírala con tu mirada tierna y compasiva, que todo lo ve y todo lo sabe, ante la cual no es posible ocultar nada. ¿Verán tus ojos lo mismo que ven los nuestros? Dinos que sí, dinos que no te resultan indiferentes los dolores del mundo, que no ignoras las heridas profundas que causa la indiferencia y la apatía en la vida de los más frágiles sobre la tierra. Dinos que ves a la bomba […]
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