Decía Sión: “Me ha dejado el Señor, mi Dios se ha olvidado de mí”. ¿Se olvida una madre de su criatura, deja de amar al hijo de sus entrañas? Pues aunque una madre se olvidara, yo jamás me olvidaré. Aquí estás, tatuada en mis palmas… ISAÍAS 49:14-16 BTI Viendo lo que vemos, y oyendo lo que oímos en el contexto del pueblo de Dios, pareciera que el Señor se ha olvidado de su pueblo y lo ha dejado en manos de vociferantes “profetas”, de inmisericordes defensores de “su sana doctrina” y vividores del Evangelio. Personajes que de una forma u otra […]
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