Por muchas veces que se repita una mentira, seguirá siendo mentira. Puede ser que, de tanto repetirla, a algunos, incluso a muchos, llegue a parecerle una verdad, sobre todo si está revestida de un ropaje pseudoteológico en el caso de que nos movamos en el terreno religioso, o lanzada con soflamas épicas, si de la política se tratara. Aclaro, lo de las soflamas también es aplicable al terreno religioso. La debilidad de los argumentos esgrimidos en torno a mi escrito sobre la inerrancia bíblica por Juan Paulo Martínez Menchaca desde México, o de Andrés Messmer, al parecer desde Madrid, utilizando […]
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